Blade Runner (1982)

Título original: Blade Runner
Director: Ridley Scott 
Guion: David Webb Peoples, Hampton Fancher (Novela: Philip K. Dick)
Música: Vangelis
Fotografía: Jordan Cronenweth
Año: 1982
Duración: 112 min.
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. Pictures
Género: Ciencia ficción, Acción

Ficha completa en Filmaffinity

Reparto

Rick Deckard: Harrison Ford
Roy Batty: Rutger Hauer
Rachael: Sean Young
Gaff: Edward James Olmos
Bryant: M. Emmet Walsh
Pris: Daryl Hannah

Reparto completo en IMDB
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Blade Runner es una película mítica, de culto, lo que normalmente quiere decir rara y pretenciosa, pero esta no lo es. ¡Advertencia! Puede llegar a enganchar mucho ¡pero mucho!

En una fecha lejana para cuando se hizo la película, pero que ya está aquí (abstráigase y piense en que está situada en un futuro aún lejano), la sociedad está dominada por grandes corporaciones. Una de ellas Tyrell Corporation ha creado unos robots virtualmente idénticos al hombre: los replicantes; sin embargo son esclavos que trabajan en las condiciones más duras, y que tiene una vida limitada, tan solo cuatro años. Hace tiempo se revelaron, y fueron expulsados de la Tierra, pero algunos tratan de volver en busca de respuestas, y una vida más larga. Como son tan iguales al hombre para detectarlos hacen falta especialistas: los blade runners; que tienen orden de «retirarlos».

La película se desarrolla en un ambiente opresivo, oscuro, en una ciudad agresiva en la que siempre está lloviendo. De fondo siempre está la duda de quién es y quién no es un replicante, el deber de «retirar» a unos robots que son tan iguales a un humano que se podría tomar por un asesinato, y el amor entre el héroe y la heroína.

Dos son los momentos cumbres de la película: el famosísimo monólogo del replicante rebelde, y los paisajes de la ciudad del futuro. Solo por esto merece la pena. También es verdad que cae en cierta filosofía barata, pero apenas se nota gracias al fascinante ritmo de la película.

¡Ojo! La película mítica, la que plantea todos los problemas sin edulcorarlos, sin resolverlos del todo, la que cautivó a millones de personas es la original de 1982; por desgracia lo más probable es que usted ya no pueda verla y se tenga que conformar con «el montaje del director» del 2007, que es bastante más blandito y pierde mordiente; pero puede valer.